H.R. Giger. Un universo onírico de pesadilla y erotismo.

Luces que parpadean en los túneles que componen los diferentes pasadizos y secciones de una nave espacial, un ser que se mueve por su interior agazapado y prácticamente reptando mientras se desliza por las paredes y el techo. Es rápido y aunque podría confundirse con una sombra es más bien una pesadilla que intenta cazarte. Todo el mundo que haya leido esto sabe que hablamos de Alien, el xenomorfo que acosa a Ripley a lo largo una de los mejores películas de ciencia-ficción y que salió de la mente de H.R. Giger que nos ha dejado hoy.

Hay autores que tienen un sello muy personal en sus creaciones, las ves y sabes de quienes son sin lugar a dudas pues una vez que has visto una queda grabada de tal forma en tu retina que nunca la puedes olvidar. Hans Ruedi Giger es uno de estos autores; nacido en Suiza en 1940 desde niño mostró interés artístico ya que según sus propias palabras era «increíblemente tímido, vago y absolutamente negado para estudiar» y aunque en un principio se dedicó al mundo del diseño de interiores a partir de 1968 se dedicó en exclusiva al arte donde desde sus inicios en obras como «Niños atómicos» se puede apreciar lo que marcará la obra de este autor.

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El estilo de Giger es muy personal y es heredero del más puro estilo surrealista de Dalí. Sus obras aparecen sacadas de un sueño o de una pesadilla como si fuera un universo propio que le atormentase, algo que se verá marcado tras el suicidio de su pareja en 1975. Muchas de sus creaciones me recuerdan al infierno de El bosco pero vistas desde el siglo XX, máquinas y seres vivos se mezclan y fusionan pero no de una forma elegante como es posible ver en muchos universos ciberpunk si no de una forma oscura y siniestra donde parece que la muerte se filtre y siempre esté presente. Hay un aire de decadencia y putrefacción en su realidad que además se ve marcado por unas altas dosis de erotismo explicito en sus obras, la palabra fetichismo se nos cuela en el subconsciente mientras las miramos. Cuando veo sus obras me viene a la mente Lovecraft y parece que compartieran el mismo sueño que le hizo desarrollar los mitos de Cthulhu.

Pero sin lugar a dudas si en un sitio se ha podido observar este mundo onírico tan particular ha sido en el mundo del cine. Fue de la mano de Dalí en 1973 entró a colaborar con Jodorowsky en su proyecto de Dune que aunque nunca vio la luz seguramente sus diseños influenciaron en la versión que más tarde traslado David Lynch de la novela, pues en muchos diseños hay una biomecánica que parece provenir de Giger. De todas formas el proyecto que le dio el gran salto a la fama, sin lugar a dudas, fue Alien con Ridley Scott, la creación de la criatura amenazante, sin ojos, fálica, siniestra, que con un beso trae la muerte es la mejor sintetización de que es el universo de Giger. La nave con esas formas donde todo parece vivo y mezclado con la máquina que traslada a un mundo tecnológico de pesadilla… no es como lo que se refleja en las construcciones vivas de los Eldars de Warhammer 40K si no más bien una amenaza continua que se cierne sobre los humanos que caminan por esas estructuras. Tal fue el éxito de estos diseños que a partir de aquí fue muldialmente conocido y llego a ganar el Oscar en 1980 al mejor diseño escénico. Después de esta película, colaboró en bastantes más como Poltergeist II, Species o Prometheus e incluso sus diseños también sirvieron para inspirar algunos videojuegos como la serie Dark Seed.

Por desgracia, hoy se apagó la luz de este artista. Una caida ha hecho que no podamos volver a disfrutar de sus sueños a la edad de 74 años. Aunque su influencia en muchos artistas seguirá presente de su mente no volveremos a tener esos seres de pesadilla y erotismo para atormentarnos.

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