Una de las escenas que siempre me han gustado de la historia del cine es el principio de Jurassic Park cuando descubren el mosquito en el ámbar y le extraen en el laboratorio la sangre para de esta forma recuperar el ADN con el que revivir a los dinosaurios. Esa misma imagen me volvió hace unos días cuando ley que unos científicos habían revivido un virus gigante congelado en siberia de hace 30000 años y seguramente en algo así es lo que deberían estar pensando los grandes cerebros de Games Workshop cuando decidieron volver a la vida a sus Caballeros Imperiales para Warhammer 40.000.