Robert E. Howard el soñador de la Era Hiboria.

Conan

Has de saber, oh príncipe, que entre los años del hundimiento de Atlantis y sus brillantes ciudades, tragadas por los océanos, y los años del nacimiento de los hijos de Aryas, hubo una edad no soñada de reinos esplendorosos, diseminados por el mundo como mantos azules bajo las estrellas… Estas frases pertenecían a las Crónicas nemedias y eran el principio de todos los cómics de una colección mítica como era La Espada Salvaje de Conan. Desde que era un crio, esas páginas en blanco y negro me trasladaban a la Era Hiboria, un mundo de aventuras, espada y brujeria. El origen de esas líneas El fenix en la espada es el primer relato donde Robert E. Howard introduciría un icono de la cultura moderna, Conan. Pero ¿quien fue Robert E. Howard?¿Y Conan?

Robert E. Howard

El tejano Robert E. Howard (22 de enero de 1906 – 11 de junio de 1936), es considerado el padre del género que conocemos como Espada y Brujeria y uno de los escritores más influyentes junto con J.R.R. Tolkien de la actual fantasía heroica. Creador de personajes como Conan, Kull o Salomon Kane, a partir de 1925 publicó su primer relato La lanza y la espada en la revista pulp Weird Tales de la que llegaría a ser uno de sus escritores principales y donde compartiría publicaciones con otros autores como Lovecraft o Fritz Leiber.

Howard tuvo una infancia dificil, un niño débil y enfermizo pero a la vez brillante e inteligente, con una madre muy sobreprotectora, sufrió palizas y burlas del resto de chicos con los que se relacionaba. Seguramente esto ocasionó que se volviera un adicto al gimnasio, levantando pesas y aficionándose al boxeo transformándose en un hombre alto, musculoso y apuesto como sus héroes pero a la vez un chico solitario e introvertido casi sin amigos. Un gran amante de los animales y de la naturaleza, pero que desde 1923 sufre constantes depresiones que en más de una ocasión le llevan a intentar suicidarse. Fue un estudioso de la antigüedad celta y las tradiciones homéricas con una producción muy prolífica, no solo escribe fantasía heroica en sus relatos si no que trata multitud de temas. De westerns a relatos eróticos, de poesía a relatos policiacos, es un escritor que intenta sobrevivir en medio de la gran depresión. El año antes de suicidarse empezó a sufrir graves problemas económicos cuando la revista Weird Tales le empezó a fraccionar los pagos que recibía a lo que se sumó la enfermedad de su madre en la que tuvo que afrontar los pagos. Será este año cuando escriba lo que se ha calificado como sus mejores relatos, Clavos Rojos y Más allá del rió Negro. Cada vez más endeudado y viendo que el escribir ya no le servía para ayudar a su familía, la idea del suicidio le vuelve a rondar la cabeza cada vez más, y cuando su madre entró en un coma irreversible el 11 de junio de 1936 decidió acabar con todo de un tiro en la cabeza.

Conan the barbarian

De todos los personajes que desarrolló en sus relatos fue Conan el que más marcó su carrera de escritor. Pero para hablar de Conan, antes que nada hay que olvidar la imagen que nos ha traido el cine de él. El Conan del cine es un personaje tosco, brutal, un bárbaro puro músculo y acero que prácticamente no habla en toda la película ya que deja que sea su físico el que exprese sus ideas, algo muy alejado del concepto del personaje que nos trae Howard. Si analizamos los relatos en los que el propio Howard nos habla del personaje nos encontramos con una concepción muy distinta. Sin lugar a dudas lo que refleja la obra de Howard es un constante conflicto entre civilización y barbarie. La civilización para Howard es un sitio cruel donde bajo una capa de supuesta cultura se desarrolla la corrupción y decadencia de los hombres, frente a esto nos encontramos a Conan un personaje que representará el arquetipo del héroe bárbaro.

Pero cuando hablamos de bárbaro, no hemos de pensar en alguien tosco, bruto o sin cultura. Conan es un bárbaro según los cánones del mundo clásico, es un extranjero de más allá de las fronteras del mundo civilizado de la misma forma que podían ser los Galos, Iberos o Germanos, más cercano a personajes como son los de la actual serie Vikingos que al musculoso Conan de la película. Howard siente predilección en sus obras por este mundo «barbaro» pues aunque es un mundo que puede ser cruel y violento no esta contaminado por la civilización y serán los ojos de Conan, el Cimmeriano de cabello negro y adustos ojos, el medio por el que utilizará para demostrarnos esa corrupción detrás de la civilización.

Conan by Ernie Chan

Aunque los relatos de Conan no siguen un orden cronológico en sus publicaciones, abarcan desde los 17 años en La Torre del Elefante hasta su ascensión al trono de Aquilonia con 40 y sus años de reinado en el mismo. En todos estos años Conan es un ladrón, un vagabundo, un mercenario, un pirata, un asesino… Conan no es un héroe en ningún momento, ni pretende serlo e irá cambiando su percepción del mundo que le rodea a lo largo de los años. Pero en un universo dominado por la brujeria, la violencia y la civilización decadente el personaje se alza con un heroismo propio del mundo homérico.

Howard refleja en Conan el concepto del superhombre de Nietzsche, es un hombre que es libre en su sentido más amplio de la palabra. No se encuentra atado por ningún tipo de prejuicio moral impuesto por la civilización y sabe que es él mismo el autor y dueño de su destino, sin sentir la necesidad de rezar a ningún dios. Conan es el dueño de sus propias normas morales pues es un bárbaro que somete la vida a su voluntad y es totalmente consciente y consecuente con sus actos, cuando quiere algo lo toma. Tal como expresa en La reina de la Costa Negra » Yo solo sé esto: que si la vida es ilusión, yo no soy más que eso, una ilusión, y ella, por consiguiente, es una realidad para mí. Estoy vivo, me consume la pasión, amo y mato; con eso me doy por contento» Pero esa concepción no implica que sea un salvaje, un ser amoral o un sociopata. Conan lucha para conseguir lo que quiere con fuerza y violencia, pero también es un personaje reflexivo y capaz de actuar de forma altruista y justa. Un personaje que evoluciona a lo largo de toda su vida desde un fanfarrón a ser un rey que se preocupa por su pueblo y protege las artes.Es curioso pensar como un bárbaro acaba siendo el rey del mayor reino civilizado pero siempre sintiéndose extraño en medio de esas costumbres civilizadas.

Conan death of Belit

Howard no considera a Conan un bárbaro o un salvaje en el sentido despectivo si no un héroe que choca con el mundo civilizado y de igual forma que los héroes griegos como Odisseo, su vida responde a ese viaje iniciático del héroe que va creciendo a través de cada una de las etapas de su vida pero demostrando siempre que es humano, es un héroe que sufre y padece en medio de un universo cruel.Según palabras de Howard «Mi visión sobre la barbarie no es idílica; por lo que he podido averiguar en mis investigaciones, la del bárbaro es una condición sombría, sanguinaria, feroz e implacable. Carezco de paciencia para esas visiones que consideran al bárbaro de cualquier raza como una especie de majestuoso y semidivino hijo de la Naturaleza, dotado de una sabiduría extraña y acostumbrado a comunicarse con frases medidas y sonoras». En un mundo de oscuridad, de dioses oscuros, magos crueles y civilización corrupta como es el mundo Hiborio con muchos elementos que se podrían calificar de lovecraftianos, lleno de valientes guerreros y sangrientas batallas, la luz que más brilla es la humanidad imperfecta y el carisma que transmite Conan.

«…Pero el más orgulloso reino del mundo era Aquilonia, que reinaba soberana sobre el soñoliento oeste. Y allí llegó Conan, el cimmerio, el pelo negro, los ojos sombríos, la espada en la mano, un ladrón, un saqueador, un asesino, de gigantescas melancolías y gigantescos pesares, para pisotear con sus sandalias los tronos enjoyados de la Tierra

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