Churchill, sentémonos a la mesa

Dicen que la mejor forma de solucionar un problema es hablando, hablando tres señores ayudaron a poner fin a la 2a Guerra Mundial. Por regla general los juegos de mesa que tratan sobre dicho periodo histórico se basan en la recreación de batallas, bien sean marítimas, aéreas o terrestres y a nivel de escuadras, batallones y demás. Pero en Churchill, Big Three Struggle for Peace de GMT Games nos plantea que juguemos la guerra de una forma diferente, hablando. El diseñador Mark Herman ha parido uno de los mejores juegos del año 2015.

A lo largo de diez conferencias o turnos, los jugadores se pondrán en la piel de Churchill, Roosevelt, Stalin y sus séquitos, y tendrán que decidir donde es mejor invertir los recursos de sus naciones, quien debe liderar cada uno de los escenarios de guerra o como se organizará el mundo una vez hayan caído los malos. Para hacerlo cada turno debatirán diversos asuntos y harán avanzar los frentes militares hasta hacer caer las fuerzas de Alemania y Japón.

En Churchill cada uno de los turnos se divide en dos fases. En la primera fase o fase de conferencia jugaremos la parte política mientras que en la segunda jugaremos la parte militar. Durante la fase política los los jugadores escogerán un mínimo de siete temas a debatir que pondrán en el centro del tablero. Los temas son producción, problemas globales, investigación de la bomba H, la apertura del Segundo Frente, la declaración de guerra de la URRS a Japón, influencia política y militar de países, ofensivas o liderazgo de teatros de guerra.

Para decidir quien gana cada uno de los temas propuestos los jugadores irán jugando cartas de su mano, cada carta es un miembro de la comitiva de cada país, y si al final del turno un tema está en su parte del tablero habrá ganado ese tema. Cada jugador tiene 7 espacios en su track, siendo el séptimo un espacio al que si lleva un tema lo gana automáticamente. Cualquier tema que se escoja se moverá tantos espacios hacia su séptima casilla como valor de la carta jugada más sus modificadores, es mejor que los personajes científicos discutan sobre la bomba H que sobre el punto donde se deben colocar más unidades. Cualquier tema que se encuentre en el track de un oponente puede ser acercado a un track propio. Cuando los jugadores se hayan quedado sin cartas en la mano decidirá el ganador de la conferencia, otorga puntos de victoria, y se aplicarán los beneficios de ganar cada uno de los diferentes temas.

Una vez se acabe la conferencia dará paso la fase militar. Lo primero que haremos en la fase militar será poner bajo nuestros control los diversos países y colonias del mapa. los marcadores de redes clandestinas serán el primer paso para tomar el poder en los diversos países. Una vez determinado como alargamos nuestra esfera de influencia será el momento de hacer avanzar los frentes. Todos los frentes intentaran avanzar un espacio en el track acercándose cada vez más a Alemania y Japón. Para avanzar contaremos las fuerzas que dispone cada flanco, dos de bases más lo que hayamos añadido al final de la fase política, y le restaremos la fuerza del Eje, que determinaremos en función de la disposición de una tabla. En esta tabla se da prioridad a los eventos reales, por ejemplo si no ha abierto el segundo frente en Europa Alemania no se preocupará del frente europeo y mandara sus tropas al frente de la URSS. Una vez tengamos el número resultante tiraremos un D10 y si sacamos menos avanzaremos el frente.

La partida terminará en el el décimo turno o cuando uno de los frentes del teatro europeo haya entrado en Alemania y uno de los frentes del Pacífico haya tomado Japón. También es posible vencer provocando la rendición de Japón para lo que uno de los frentes debe entrar en una casilla tipo B29, el frente soviético debe haber llegado a Manchuria y los americanos tienen que construir la bomba atómica. En este momento debemos contar los puntos los puntos de victoria conseguidos por cada jugador existiendo las tres posibilidades siguientes.

-Derrota del Eje y entre el primer jugador y el último hay menos de quince puntos. Gana el jugador con más puntos.
-Derrota del Eje y entre el primer jugador y el segundo jugador hay una diferencia mayor de quince puntos. Tira un d6 y añade 15, si este resultado es mayor que la diferencia entre primero y tercero el jugador que gana la partida será el segundo. Se supone que una vez ha caído el Eje uno de los tres países tiene demasiado poder y los otros dos se alían para acabar colé, llevando la voz cantante el segundo jugador.
-Victoria del Eje. Cada jugador tira un d6, el último suma el resultado a su puntuación, el segundo resta la mitad a la suya y el primero resta la tirada entera a la suya, gana el jugador con más puntuación.

Esto hace de Churchill un juego operativo donde hay un ganador, donde es muy importante ir modificando las puntuaciones para decidir las estrategias a seguir, por ejemplo si vais muy ajustados y eres el jugador con menos puntuación quizás te interesa boicotear la partida y que no se derrote al Eje.

Churchill de Mark Herman y publicado por GMT Games me ha parecido un juegazo. Por ahora he podido jugar la partida de duración media acompañado y la corta en solitario, tiene unos bots, y las dos veces me lo he pasado de miedo. Las mecánicas son supersencillas y tiene muy poco dependencia del idioma, son elegantes y consiguen lo que buscan. A lo largo de la partida nos amenazamos, pactamos, nos dimos patadas por debajo de la mesa y nos reímos de General Grumpy en su papel de Stalin cuando necesitaba cualquier cosa menos un uno para tomar Alemania y ganar la partida y no lo consiguió. Un gran juego pero con un solo problema, las posibilidades de conseguirlo y es que GMT no son conocidos por hacer tiradas excesivamente extensas de sus juegos y eso es un problema cuando uno de ellos se transforma en un «éxito». A los dos meses de publicarse el juego estaba agotado y debido a su forma de publicar no se sabe cuando el juego volverá a estar a la venta, así que si el juego os ha interesado no estaría de más que os apuntarais a su P500.