Warhammer es un juego del que miles de personas disfrutan de una forma o de otra. Bien sea de la forma oficial jugando a la última edición publicada por Games Workshop, a OldHammer o PaperHammer, roleando en el Viejo Mundo con alguna de las ediciones del RPG o bien tirándose cartoncitos a la cara con Warhammer Invasión. Desde hace bien poco hay una nueva opción, el Tazo Hammer, también conocido como Warhammer Diskwars.
Aunque el juego del que hablamos hoy es bastante nuevo, fue publicado en ingles a finales de año, no es más que otra de las maniobras habituales de Fantasy Flight de reciclaje y lavado de cara. Cogemos un sistema de juego de nuestra propiedad, lo adaptamos un poco y le metemos un licencia famosa, véase X-wing the miniature game o bien tenemos un sistema de juego que compramos y le metemos una de nuestras licencias, como hicieron con Netrunner. Warhammer Diskwars es como X-Wing, una nueva versión de uno de sus antiguos juegos al que le han quitado la ambientación de Reinos de Terrinoth por la más conocida historia de Warhammer.
Diskwars fue la apuesta de Fantasy Flight de crear un wargame relativamente barato, pero que diera grandes beneficios. Barato porque al ser jugado con piezas de cartón su coste es bastante más pequeño que el de muñecos de metal, resina o fine-cast, grandes beneficios porque inicialmente era vendido mediante sobres de compra ciega, con discos comunes, raros e infrecuentes, y porque en una jugada maestra licenciaron el sistema de juego y salieron versiones de Deadlands, Legend of the Five Rings, Star Treck y Twilight Imperium.El juego murió en 2001 después de 4 expansiones. En las pasadas Gen Con Fantasy Flight anuncio que traería de vuelta el juego de los tazos, esta vez con la licencia de Warhammer Fantasy.
Y ahora que ya os he contado un poco la historia del sistema de juego vamos a ver que nos ofrece este Warhammer Diskwars.
En la caja encontramos una serie de discos, de tres tamaños, distribuidos en cuatro facciones, Imperio, Caos, Orkos y Altos Elfos. Estos discos son las diferentes unidades del juego y vienen con todos los stats necesarios para jugar impresos en ambos lados. Una serie de cartas, de Orden, Despliegue, Misión y Escenografía, cuatro dados, tres de disparo y un d6 estándar.
Intentaremos ver que nos ofrece Diskwars desde el punto de vista de los wargames, pues no deja de ser un juego de este tipo muy simplificado, en vez de inmensas listas de ejercito con stats para las unidades cada tazo nos ofrece todo lo que necesitamos, desde el movimiento, hasta el coste en puntos o a quien se puede unir.
Olvidaros de las bandejas de movimiento, los metros en pulgadas y demás parafernalia, en Warhammer Diskwars cada disco puede avanzar tantos giros como su característica de movimiento o hasta que pinee (haga un giro y acabe sobre otra unidad), momento en que acabará su movimiento a menos que sea una unidad voladora o Ralentless.
En los discos también nos indica su ataque y contraataque, el primero es el daño que hace en combate si el disco que esta pineando (el disco superior de un combate), el segundo es el daño que hace si es el disco pineado (el disco inferior en un combate). Si el daño realizado es superior a la Dureza de la unidad retiraremos el disco. Algunos discos tienen un escudo que indica la cantidad de veces que pueden soportar tanto daño como su dureza, por ejemplo Azhag el Carnicero tiene dureza 5 y escudo 2 con lo que es capaz de soportar 15 puntos de daño.
A parte las unidades pueden tener diversas habilidades como disparos, para los que lanzaremos tantos dados como se nos indique pudiendo hacer el daño que se nos indica, hacer un crítico que aparte del daño le da a la unidad un token de activación, fallar, sacar la marca del caos que en algunos casos tiene habilidades especiales, o bien desviarse. En la versión anterior de las reglas al lanzar proyectiles se lanzaba sobre la mesa una serie de cartoncitos y si alguno caía sobre otras unidades que la deseada esta también se llevaba daño, para adaptar esta mecánica si al lanzar un dado sacamos un desvió volveremos a tirar el dado contra la unidad más cercana ya sea amiga o enemiga.
A la hora de decidir quien y que actúa cada turno lo haremos escogiendo una carta de nuestra mano, en ella nos indica su velocidad de las 4 posibles, 3 son un piedra papel tijera entre ellas, mientras que la cuarta siempre es la última en actuar. En la esquina superior hay un número que nos indica cuantas unidades podemos mover este turno, mientras que en el centro nos indica si la carta tiene alguna habilidad especial.
Y con eso ya hemos cubierto las mecánicas básicas del juego, hay algunas cosas más como la magia o los habilidades como impacto o flanqueo, reglas de despliegue, misiones o personalización de los ejércitos pero eso os lo dejaré descubrir a vosotros.
Warhammer Diskwars es un juego rápido y brutal que por desgracia es menos de lo que me esperaba. Si bien su simpleza y el juego directo es uno de sus puntos fuertes, hicimos una partida para 4 jugadores en algo menos de una hora, también es cierto que me dejo un regusto a que le falta algo al juego. No trasmite la complejidad estratégica de un juego de kekos, y para el despliegue que requiere prefiero un partido de Dreadball, pegarme unos tiros en el Deadzone o echarme unos runs en Netrunner. Supongo que a medida que el juego crezca mediante expansiones con nuevos heroes, unidades y razas el juego acabará de arrancar pero por ahora seguiré esperando al futuro Kickstarter de Kings of War para poder disfrutar de un wargame de temática fantástica con algo de profundidad táctica.