Forgewolrd presenta… Horus, el Señor de la Guerra.

Una historia de ascenso y caida, esa podría ser la historia de Horus, el hijo predilecto del Emperador, el Señor de la Guerra, el más grande de los generales que el Imperio de la humanidad había producido nunca. El más querido y a la vez el más odiado de todos los personajes del trasfondo de Warhammer 40K. Fue su mano, la que hirió de muerte al Emperador, la que trajo el caos al Imperio y aunque en su último momento de lucidez fuera consciente de su traición nunca será posible perdonar su traición.

Seguramente el aspecto que más me atrajo la primera vez que conocí el universo de Warhammer 40.000 fue su trasfondo. A pesar de no ser lo más original del mundo tenía algo que me enganchaba y el tema de las legiones traidoras me resultaba apasionante. Como Horus, el preferido del Emperador, había arrastrado a los Marines Espaciales a una guerra civil contra el Imperio me capturó desde que lo leí por primera vez en el libro de Realms os Chaos y más todavía en el codex de Caos de Segunda Edición. Fue por eso que cuando me planteé por primera vez empezar un ejercito de 40K este ejercito fue el de Marines Espaciales del Caos.

Juno al trasfonfo, la imaginería de dibujantes como Adrian Smith, John Blanche o Wayne England que acompañaba a los libros me hizo querer saber más de los acontecimientos que se conocían como La Herejía de Horus. Durante años, esto fue algo prácticamente imposible pues Workshop tenía el universo de Warhammer atrapado en el milenio 41 y este no se movía ni para adelante ni para atrás a excepción de algún pequeño relato que de vez en cuando podía salir publicado en la White Dwarf o con la renovaciones de los Codex. Pero esto cambió con la publicación en 2002 por parte de Sabretooth Games de una expansión especial sobre la Herejía de Horus para su juego de cartas ambientado en Warhammer 40.000. Con estas cartas, ahora era necesario crear todo un completo mundo visual para algo que simplemente era narrado en un par de hojas en los Codex, era necesario dar forma a personajes y acontecimientos que hasta entonces sólo habían sido pincelados. Y aunque no sé como debieron ser las ventas debieron gustar lo suficiente para que en 2006 Black Library decidiese sacar toda una serie de novelas ambientadas en esta herejía, la serie de la Herejía de Horus.

Independientemente de la calidad de los libros… que hay de todo y de los que ya iremos hablando. El éxito del universo paralelo de la herejía ha sido aplastante. Se han publicado desde 2006 más de 28 libros ambientados en este universo de los cuales los tres primeros son imprescindibles para cualquier amante del universo de Warhammer 40K. Pero no solo ha sido un éxito en cuanto a libros, si no que a través de Forgeworld hemos podido disfrutar de toda una gama de miniaturas que estaban ambientadas en esta época. Y como no, Forgeworld en una maniobra brillante ha hecho lo que hace mucho tiempo se estaba demandando a Workshop… las miniaturas de los Primarcas. El Primarca, el fundador de la Legión, el hijo del Emperador, el máximo exponente de lo que puede llegar a ser un Marine Espacial.

Gracias a la serie que han hecho de Horus Heresy Character Series por fin podemos disfrutar en una magnífica representación, de personajes como Fulgrim, Lorgar o Angron…. pero faltaba el más grande de los primarcas; Horus, el Señor de la Guerra.

De la mano de Simon Egan, llega esta miniatura que creo que es increible. La base, todos los detalles que tiene, la expresión de su rostro, los detalles de su armadura… La imagen de Horus, el señor de los Lobos Lunares por fin hecha realidad. En serio, cuando hace meses se filtró la primera imagen de la miniatura me pareció increible y ahora al verla en foto mis sospechas se han hecho realidad pues creo que responde totalmente a las ilustraciones que alguna vez habían salido sobre él y a las descripciones que se hacen en las novelas. Ahora mismo todavía en prepedido estará diponible a partir del 14 de Abril a un precio de 60 libras unos 72 euros que sinceramente, aunque caro, creo que lo vale. Eso sí, habrá que pintarla de forma excepcional y esforzarse al máximo pues la figura no merece menos.

Hasta aquí esta entrada de hoy. Como siempre si teneis algo que comentarnos… sentios libres de hacerlo pues para nosotros es un placer leeros. Por cierto, una última pregunta… ¿Para cuando el Emperador?